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07/07/2014

Sin prestación por ir al colegio

Dos mutuas deniegan la jornada reducida a padres de niños enfermos tras interpretar una circular del Ministerio de Empleo

 

Llegar una hora tarde al trabajo cada día le cuesta a Rocío Martín 300 euros al mes. Pero la necesita para atender a su hijo Albert, de cinco años, con un 75% de discapacidad y el nivel tres de dependencia, el más alto. Amortiza las mañanas: lo despierta a las siete, lo viste, le da el desayuno, le conecta los implantes cocleares para que pueda oír, le pone las férulas de los brazos y las piernas y, a menudo, le aplica nebulizaciones y le aspira las mucosidades. Los días de escuela, con suerte, consigue llevarlo antes de las 10.00. Hasta el pasado lunes, contaba con dos horas y media más que no le suponían ninguna reducción salarial. Era beneficiaria de la prestación por cuidado de menores afectados por cáncer o enfermedad grave. La mutua Egarsat, de la empresa en la que trabaja Martín, se la retiró el martes por dos motivos: el niño está escolarizado y no ha sido hospitalizado desde junio de 2012.

 

“Me enviaron a finales de mayo un correo en el que decían que debía reincorporarme al trabajo el 8 de junio”, explica Martín, que es enfermera y vive en Argentona (Maresme). La prestación permite a los padres reducir su jornada laboral entre un 50% y un 100%. Ella tenía una del 53% “para no abusar” desde junio de 2013. “Dicen que Albert no necesita cuidado directo, continuo y permanente como pide la ley… ¡Es insultante, no puede ni levantar su cabecita él solo!”.

 

Las mutuas creen que si los niños van a la escuela precisan menos atención

 

El pequeño padece tres enfermedades incluidas en el Real Decreto 1148/2011, que regula esta ayuda. Son incurables. Albert ya iba a la escuela cuando otorgaron la prestación a su madre, por lo que nada ha cambiado desde entonces. Pero la mutua se ampara en una circular que envió el Ministerio de Empleo y Seguridad Social en diciembre para endurecer los criterios y rechazar los casos que no incluyan una hospitalización. “Es un requisito primordial y, al asistir al colegio, es obvio que no se cumple. Quiere decir que no necesita que uno de los padres esté de forma constante a su lado”, asegura Egarsat. el ministerio defiende que el documento responde a una consulta que hizo otra mutua sobre un caso puntual y que se “limitaba a repetir” lo que dice el decreto.

 

El portavoz de Sanidad del PSOE, José Martínez Olmos, coincide con las mutuas en que la hospitalización es necesaria para recibir la ayuda: “O una hospitalización domiciliaria. Pero esta no dura toda la vida. Teóricamente, para esas situaciones, ya está la Ley de Dependencia, aunque sea deficiente”. Martínez fue secretario general de Sanidad en la legislatura anterior, que aprobó el decreto. “En la hospitalización domiciliaria, el niño no es capaz de ir a la escuela, aunque sí de recibir clases en casa”. Por eso, la norma exige que la prestación se renueve cada dos meses.

 

Si bien esa fue la intención inicial, el decreto fue redactado de forma que ha dado lugar a interpretaciones muy distintas por parte de la justicia, las mutuas y hasta el Gobierno. Egarsat cree que cometió un error al conceder la prestación a niños escolarizados, así que ha comenzado a revisar estos casos. Aunque ha asegurado que hará una consulta a Empleo sobre el caso de Rocío Martín.

 

El ministerio, en cambio, asegura que envió el viernes una circular a las mutuas en la que recuerda que la ley solo recoge como motivos de extinción la mejoría o la curación del menor. El documento afirma que acudir a un centro no menoscaba la necesidad de la asistencia personal, continua y permanente y que “podría ser incluso una medida terapéutica”, siempre que no implique una mejoría “de entidad suficiente”.

 

 

Font i Foto: elpais.com